5 pensamientos aleatorios con “Doctor Jivago” de Boris Pasternak

  1. Pude acabar mi primera novela rusa.
  2. Es posiblemente una de las lecturas menos juiciosas y atentas que he hecho en mi vida y creo que me perdí de mucha de la importancia que hay en su contexto y en los ensayos e ideologías que se reparten en el libro, con eso dicho, me gustó bastante más de lo que pensaba.
  3. Una de las cosas cosas más confusas y que más me demoraron el entender la historia es la cuestión con los nombres de los personajes, que parece que cambian constantemente.
  4. Pasa el Bechdel test, cosa que no me esperaba. Y los personajes femeninos no son terribles.
  5. Perdí la cuenta de la cantidad de veces que Jivago pide que lo dejen hablar y se explaya en discursos que nadie había pedido.

Por todas partes todo fermentaba, crecía y ascendía y advertíase el mágico fermento de la existencia. La intensidad de la vida, como un viento silencioso, avanzaba a grandes oleadas, sin saber dónde, sobre la tierra y el pueblo, a través de las paredes y los recintos, a través de la madera de los árboles y los cuerpos de los hombres, abrazando con su estremecimiento todo cuanto encontraba en su camino.

Dr. Zhivago. Boris Pasternak.

Yuri Andreievitch le había contado sus dificultades en adaptarse a la lógica sangrienta de exterminación mutua, a la vista de los heridos, especialmente ante el horror de ciertas heridas producidas por las armas modernas, ante los supervivientes mutilado, reducidos por la técnica de la guerra a fragmentos de carne que no tenían nada de humano.

Dr. Zhivago. Boris Pasternak.